Cuestión de hacerla una costumbre
Leyendo con deleite y para saber un poco más (en forma literariamente descriptiva) acerca de algunos aspectos familiares que el Dr. Jorge Angulo a querido compartir con el gremio del Probiol, recordé que tan conscientes somos de revisarnos personalmente (o en pareja) de la “maquinaria corporal” de la cual fuimos afortunadamente dotados -desde un mero sondeo para buscar alguna simple picazón (y no por haberse hecho previamente y como consecuencia el tan famoso y odiado “calzón chino”) hasta las “bolitas de grasa, juanetes, ojos de pescado, verrugas, jiotes, cuernos, lonjas, ronchas, y demás calamidades corporales que suelen aparecer en diferentes partes del cuerpo (y aclaro: “bolitas” sin doble sentido, y no las típicas “llantas” que impiden el correcto cierre de los pantalones).
Tanto en el caso de las mujeres como en los hombres es imprescindible el “chequeo” anatómico de las diferentes partes del cuerpo, por ejemplo algo muy simple y natural ¿Cuándo fue la última vez que “consentimos” a nuestros pies mediante un masaje después de que nos soportaron más de 15 hrs?, un sencillo lavado de pies sin duda alguna puede hacer maravillas (eso sí, con ciertas medidas terapéuticas para que los beneficios sean más provechosos). Sin olvidar que lo mismo ocurre con las “revisiones y exámenes médicos” realizados por un odontólogo, un oculista, o de los tan importantes análisis de sangre que arrojan resultados claros y fidedignos (entre otros, la química sanguínea, el perfil de funcionamiento hepático, colesterol, triglicéridos, pruebas de coagulación, etc.), entre otras revisiones..
Lo mismo ocurre para quienes rebasamos ya desde hace algunos ayeres la barrera de los 25 años (para el caso de los hombres y en las mujeres desde la adolescencia), y me refiero en concreto a la revisión metódica para detectar con tiempo las primeras señales en la aparición del temido CANCER DE SENOS Y CANCER DE PROSTATA, en ambos casos si somos realistas, no tenemos esta vital costumbre y mucho menos la inculcamos en nuestros seres queridos (madre, padre, herman@s, hij@s y demás parentela familiar). ¿Quién no se ha enterado (ya sea por los medios de comunicación o por conocimiento personal) de alguna personalidad que desafortunadamente al hacerse un “chequeo médico de rutina” le detectaron que el cáncer ya estaba presente en su cuerpo? (en algunos casos tal revelación medica es considerada “a tiempo” lo que facilita en cierta medida “dar la batalla” para erradicar a tan terrible mal).
Ya sea “por pena”, falta de costumbre, ignorancia medica (lo cual no es un delito), desinformación, “el qué dirán”, o por aspectos meramente personales (y muy respetables), muchas de las veces esas “primeras revisiones personales” llegan un poco tarde cuando en muchos de los casos ya hay un cierto avance de alguna determinada enfermedad.
Así pues que l@s invito para que poco a poco nos hagamos una revisión o chequeo médico (ya sea de manera general y personal, hasta un estudio médico detallado (de antemano es bien sabido que no son muy baratos, pero hay aun se instituciones de salud pública que los realizan a un costo muy barato y con reconocida confiabilidad.
Les enviare por lo mismo a sus respectivos correos, algunas presentaciones que tienen que ver con lo anterior (según recuerdo ya en cierta ocasión anterior les había enviado a algun@ de ustedes dicha informaciòn).
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