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Por siempre Puma

Por siempre Puma

Cada persona desde su trinchera, mezclando la pasión por la biología u lo que sea, con la necesidad de trabajar para generarse el sustento; bien o mal invierte su energía en aras de construir un mejor futuro. Esa labor tiene una recompensa, cada quien sabe de ella. Pero también tiene un precio, y el costo puede ser tan grande como la soledad nos cobije, lo merezcamos o no.

Nadie escapa al torbellino de la vida, de pronto nos encontramos muy lejos del origen, incluso, de nuestras familias. ¿Que decimos de los compañeros y amigos hechos a lo largo de nuestra vida? razón clara de este espacio (blog), de aquellos con quienes compartimos la escuela. En algún momento los perdemos de vista e incluso de la existencia misma, porque ya se han ido. ¿Qué puede ser peor, perderlos para siempre, o no darse la oportunidad de verse después de algunos años? En este último caso a sabiendas de que “andan por ahí, en algún lugar, vivos”

También debemos reconocer que algunos se han mantenido en comunicación por alguna vía de contacto, en términos de la delincuencia organizada, se diría que en células. Células de aquel tejido llamado generación 86-89 y anexas, Probiol, o más simple: Nosotros, es decir, quien quiso estar, quienes estuvimos rondando la entonces ENEP Iztacala.

Una de esas células apareció recientemente, Mario Delgadillo Cid, quien por alguna causa no se ha mostrado abiertamente, seguimos al tanto. Otro avistamiento se produjo casi paralelamente, ni más ni menos que Ernesto Uribe, que por razones de labores en la investigación se mantuvo distante.  ¿Quién olvida a Ernesto? Acérrimo infante de marina del Colapso, perdón, Calipso. Aquel buque bajo el mando del recontra maestre Manolo en el mar interior de la Goleta, siempre dispuesto a todo menos a brincar la cuerda. A Ernesto se le recuerda siempre con una sonrisa, pero algo bien exclusivo era mantener actualizado el acervo cultural humorístico, nada ni nadie se le escapaba, siempre tenía un comentario acorde a las circunstancias, que desprendían el lado alegre de la vida. Bien solidario y entregado al trabajo, sus inseparables e incondicionales: El Tiger Toño, Mario Crisóstomo, Alma Rosa, Jorge Cubicuate, Angélica y Carlitos el buen Pinocho, de quienes manifestó recientemente lo siguiente: “…Alma y Mario tienen una consultoría ambiental donde he estado en algunos proyectos con ellos. Con Carlos (Pinocho) y Angélica (Chipiturca) nos vemos relativamente, Felipe anda dando lata por ahí, del Tiger sigue en Cancún, de Jorge el Niño cubo desde que los juegos son digitales se perdió en el ciberespacio y algunos mas del turno vespertino de ese entonces…”

Derivado de esta corta pero sustanciosa charla, le mandé “La Lista” para que la pusiera al corriente con los compañeros citados arriba, espero que pronto tengamos una nueva oportunidad de reunirnos. Aprovecho para invitarlos a desempolvar las anécdotas y fotografías de aquellas épocas, no las dejen ocultas, las fotos impresas en papel se pueden escanear y subir con algún formato digital.

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