Blogia
ProBiol

Lo que me dejó la crisis y la H1N1

Lo que me dejó la crisis y la H1N1

9 de junio de 2009
Estimados todos

Cheque la nave que traigo.

Antes que nada les ruego me pedornen por la escasez de dialogo cibernético. La primera verdad es que ando en un sabático obligado (para no decir engrosando las filas del desempleo), no hay respuesta de la CONAFOR para con las asociaciones de silvicultores. La otra verdad es que no he buscado chamba. No crean que es del todo un lujo, tomando en cuenta que hasta ahora no he tenido que prostituirme, amén de que me la he pasado trabajando en casa y lo cierto es que son mayores las madrinas.

He venido haciéndola de Pepe el tonto, como diría Tim Allen, mejorando la casa, y la de todos ustedes. Sin embargo, ya estuvo bien de estar de huerton, es el momento de reclutarme en el ambiente no olvidado pero si recargado en el rincón del luego nos vemos. Quiero decir que estoy pensando seriamente dedicarme al placer gastronómico, (ya que nuestro gobierno no genera los empleos prometidos) habré de retornar al comercio informal, aquel que en su momento Juan Rivera Olivares nos brindó como oportunidad para el sufragio de las tesis y sus menesteres.

Lo anterior no significa que escaseen otras oportunidades afines a la biología, por el contrario, hay mucho trabajo para el biologuito, lo que falta es reconocimiento de su labor y por consecuencia buenos salarios, honorarios, sueldos u lo que sea. He pensado seriamente el tema y próximamente estaremos inaugurando una sucursal de la prestigiada cadena internacional: “¿Cuántos joven?”, vamos a engordar el cochino propio (suena bien para changarro de carnitas no?), no obstante, el asunto tendrá que ver con barbacha, eso sí, 100% de borrego ladrador.

Queridos amigos, dicho en otras palabras, ya estuvo bien de procurar bienestar a los funcionarios y políticos del gobierno (ha gobierno tan ca…) federal y estatal, mejor vamos a entrarle al microchangarrismo, hasta que se componga la cosa (uta ma…en 20 años), para entonces espero vivir en Huatulco, sino es que desde nantes.

Saludotes

Atte.

Jorge A. Angulo Calderón.

0 comentarios